Generalmente, Roma cuenta con un clima muy agradable durante todo el año. Aquí te explicamos cómo es para que elijas la que te guste más.
La época del año en que disminuye la intensidad de los visitantes es el invierno.
Durante los meses de noviembre a febrero las temperaturas rondan los 5ºC pero debido a la humedad, la sensación térmica puede ser más baja, sobre todo durante la noche.
Marzo nos regala días preciosos al ser el mes en que inicia la primavera, pero ello significa que los costos de hospedaje se elevan por el incremento de turismo en la ciudad.
La temperatura oscila ente 17ºC y 25ºC, así que el panorama es encantador en la ciudad eterna.
En Roma se vive un verano caluroso. Durante los meses de julio y agosto las temperaturas pueden llegar hasta 35ºC lo que para quienes vienen de climas cálidos puede ser agradable, para quienes no están acostumbrados al calor, puede ser sofocante.
En esta época del año es cuando más se registra el número de turístas, así que junto a tu botella de agua, lleva tu dotación de paciencia para el tumulto de visitantes que pasean por la ciudad.
Durante el otoño, se contemplan días con bajas temperaturas, sobre todo a medida que avanzan los días se vuelven más fríos para anunciar la venida del invierno.
Es el momento del año que poco a poco a ido siendo más concurrida debido al clima agradable.
Así que la mejor época para viajar a Roma es cuando tú puedas. La ciudad es bellísima y particularmente encantadora en cada estación.
Si no le temes al frío, seguramente vas a disfrutar del invierno, o si prefieres menos turistas en las calles, el otoño puede ser la opción.
Si sueñas con ver Roma llena de flores, vas alucinar con la primavera; pero si lo tuyo es el calor, y ver personas de todo el mundo, el verano es el momento ideal para ti.
Dejando a un lago la época en que visites la ciudad, recuerda probar sus famosos «gelatos» sin importar si hace frío o calor, seguro te van a encantar.