Corazón del mundo cristiano, la Basílica de San Pedro es la iglesia más grande del mundo.
Su acceso es completamente gratis durante todo el año, para todas las personas, sin importar su nacionalidad, ni creencias. Pero debido a que el Vaticano (lugar donde se encuentra la Basílica), es un estado independiente a la Ciudad de Roma, para entrar se debe pasar por un pequeño filtro de seguridad similar al de un aeropuerto.
Nuestra recomendación es que visites este lugar lo más temprano posible para que no tengas que esperar en la larga fila que se hace, ya que puedes estar mínimo una hora en espera, sin importar la época del año en que la visites.
Si visitas la Basílica en época de calor, es importante que sepas que existe un código de vestimenta para ingresar al templo. Los hombres deben evitar usar pantalones cortos (shorts) y mostrar los hombros. En cuanto a las mujeres, no deben portar faldas, vestidos o shorts arriba de las rodillas y mostrar los hombros.
Junto a las escaleras que llevan a la Basílica, se encuentra una recepción en la que puedes dejar equipaje y hasta carreolas de manera grauita.
Al entrar, es normal que te quedes sin aliento, así que tómate tu tiempo para recorrer cada rincón posible y aunque sabemos que son muchas las maravillas que se encuentran al interior, entre las más destacadas están:
- La admirable estatua de La Piedad, esculpida por el inigualable Miguel Ángel.
- El Baldaquino de bronce, al centro de la nave.
- La estatua de bronce de San Pedro
Pocas personas saben que también puedes acceder a la famosa cúpula. Basta con seguir los señalamientos y pagar un pequeña cuota de recuperación para poder subir y apreciar una de las vistas más bonitas de toda Roma.
Esperamos que esta información sea valiosa para que tu visita a esta impresionante basílica sea inolvidable.